La historia de De Sede comienza en 1962 y, desde entonces, la marca se dedica plenamente a la manufactura de muebles de piel. Con el refinamiento y la perfección de la artesanía que han cultivado desde sus inicios, consiguen que cada pieza cumpla estándares de calidad extremadamente estrictos. La máxima atención al detalle y el compromiso personal de todos los trabajadores de De Sede son los factores que han otorgado prestigio a esta firma que con cada producto crea su camino hacia el futuro.